La Consellería de Bienestar Social de Valencia ha incrementado el coste de las residencias de ancianos. En lugar de ofrecer una atención y servicios de calidad a las personas dependientes, se les recorta y se ejerce mayor presión sobre las familias que en muchos casos no pueden renunciar a los escasos ingresos que les proporcionan sus lugares de trabajo. La presión psicológica y enfermedades asociadas con el cuidado de personas dependientes está ampliamente documentado y demostrado. Así los gobiernos simplemente responden con medidas cortoplacistas (durante su mandato) y empeñan el futuro y la salud de las personas dependientes y de sus familias para agravar la calidad de vida y el requerimiento de atención social y sanitaria futuro.
María José Benayas lanza su petición para que no aumenten los costes de las residencias y explica su situación. Yo añadiría a su petición la dotación de los recursos materiales (cremas para las llagas, proteínas y otros servicios) por parte de las instituciones públicas.