Sandra Ezquerra
(...) En la primavera del año 2009 la contracción de la demanda de mano de obra llegó también al sector servicios, sector que ocupa a casi un 83% de las mujeres registradas como activas en Catalunya.
(...) En el momento de irrupción de la actual crisis, las mujeres en Catalunya sumábamos el 80,23% de las personas que trabajaban a tiempo parcial y menos del 46% de las personas en posesión de un contrato indefinido. Por otra parte, el salario medio de las ocupadas en el Estado español era, a inicios del año 2008, más de un 25% menor que el de los hombres, hecho profundamente relacionado con la segregación tanto horizontal como vertical del mercado laboral y con nuestra concentración en el sector servicios, caracterizado por altas tasas de precariedad. Además, las mujeres teníamos una mayor presencia que los hombres en la economía sumergida, con la ausencia de derechos laborales y sociales que este hecho comporta. Todo ello se traducía en el tercer trimestre del 2008 en que las mujeres constituíamos hasta un 57,50% de las personas que dependían de prestaciones por desempleo no contributivas. Respecto a las contributivas, además de ser menos de la mitad de los beneficiarios (40,70%), las mujeres las recibíamos en cantidades menores (23,98 euros al día frente a los 28,81 euros los hombres) y durante menos tiempo.
>>>